
Finalmente, el cuerpo sin vida de Candela apareció a treinta cuadras de su casa. Cualquiera de las dos líneas de investigación que se manejan - el secuestro extorsivo y la trata-, comparten un patrón común: la necesaria complicidad policial y política para que cualquiera de esos delitos se desarrollen. Esa participación bien podría haber desviado la investigación, y podría ser la causa por la cual un operativo policial nunca visto para ningún otro de los tantísimos casos de desaparición de niñas y mujeres, no pudo dar con Candela. El entrelazamiento del Estado con las diferentes variantes del delito organizado ha dejado ver, en el crimen de Candela, su otra cara: la incapacidad de ese mismo Estado para dar cuenta del delito.
Federico Cash, padre de María, la joven de 29 años desaparecida hace casi dos meses, dijo: “El método de búsqueda de personas desaparecidas no sirve. Me muevo más rápido yo que cualquiera de las fuerzas”. La ineficacia no es casual: estamos ante un sistema que protege a las redes de trata, y las distintas formas del crimen organizado. La policía de la provincia de Buenos Aires, que asesinó a Kosteki y Santillán, a Andrea Viera, a cuatro pibes en la comisaría Primera de Quilmes, que baleó a Carla Lacorte, que protegió a los asesinos de Mariano Ferreyra, fue incapaz de encontrar a unapiba secuestrada a 30 cuadras de su casa. La justicia cuyos integrantes absolvieron a los asesinos de Andrea Viera, que encubren al asesino Salmo, y al comisario Soria y sus subalternos, por mencionar algunos casos de nuestra zona, está cuestionada para esclarecer éste crimen. Reclamamos una investigación independiente de personas y organismos probados en la lucha contra la impunidad policial e institucional Todo nuestro compromiso con el movimiento de lucha de familiares y vecinos que reclama justicia Justicia para Candela. PARTIDO OBRERO REGIONAL QUILMES EN EL FRENTE DE IZQUIERDA |
No hay comentarios:
Publicar un comentario