Por definición decimos que la ecología es la rama de las ciencias biológicas, que se ocupa de las interacciones entre los organismos y su ambiente (sustancias químicas y factores físicos).
En la actualidad la ecología ha alcanzado enorme trascendencia ya que el interés del hombre por el ambiente en el que vive se acrecienta diariamente, esto se debe principalmente a la toma de conciencia que estamos teniendo en todas partes del mundo , sobre los problemas que afectan a nuestro planeta y exigen una pronta solución.
Ni los problemas que trata la ecología son nuevos, ni la ecología es solo una moda pasajera.
El mundo de la ecología se esta haciendo un hueco muy importante cada vez en mas ámbitos.
Uno de ellos es el de la moda. Tan criticado siempre por el uso de pieles animales para la confección de muchas prendas como abrigos o bufandas.
Sin embargo y afortunadamente cada vez son más los diseñadores y las empresas que apuestan a materiales ecológicos para confeccionar sus prendas. Ejemplo de ello lo son el bambú ecológico y el algodón.
Hoy nos hablan de reciclaje, de la concienciación ecológica, de la sostenibilidad del cambio climático pero, ¿están las empresas y los gobiernos preparados poniendo los medios necesarios para ello? Y lo que es más controvertido, ¿ponen los medios adecuados para que los ciudadanos lleven a término una vida acorde con esos ideales ecológicos?
La ropa ecológica es aquella fabricada en forma natural, respetando el medio ambiente y los derechos humanos de sus productores. Claro que no todo es idealismo y deseos de salvar al mundo: la promoción de este tipo de vestimenta responde a los requerimientos de una sociedad cada vez más consciente, que incluye a la ecología entre los parámetros con los que decide su consumo. Las empresas de indumentaria obtienen sus dividendos al encarar campañas de marketing que posicionen su marca como “ecológica.”
Pero nosotros, los consumidores, ¿necesitamos toda la ropa que compramos?, quizá ante s de dejarnos llevar por la fiebre consumista deberíamos reflexionar un poco. Podemos renovar nuestro armario usando la imaginación, el generador energético ecológico y transformar toda aquella ropa que ya no nos gusta en piezas con estilo personal y propio.
En la era ecológica, ni la moda queda a un lado.
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